10 Días LAS CIUDADES IMPERIALES Y EL DESIERTO

Recogida en el aeropuerto de Casablanca. Visitaremos la Mezquita de Hassan II, la tercera más grande del mundo islámico y luego continuaremos hacia Fes, la capital cultural del país.
Cena y alojamiento en Riad.

Visita de día completo con guía local a Fez, la cuidad más antigua de las ciudades imperiales y la capital de la primera dinastía árabe de Marruecos. La visita incluye el Palacio Real, la Medina y las Medresas, antiguos centros religiosos, con zocos ocupados por los alfareros de Fez.

Caminaremos hacia las ruinas de la ciudad romana de Volubilis, con visita a la ciudad santa Moulay Idriss, donde a 27 Km. de las ruinas esta Meknés, ciudad que alcanzó su apogeo gracias al Sultán Mulay Ismail. En esta ciudad vistaréis la Puerta de Baba Mansour y la plaza de Lhadim.
Alojamiento en el hotel.

Salida a Merzouga vía Ifran, que es conocido también como la Suiza de Marruecos. Pasaremos por el bosque de Azrou donde nos detendremos para disfrutar viendo los monos escalar los cedros.
Continuaremos via las montañas del Medio atlas, seguiremos vía el valle de Ziz y sus gargantas, continuaremos hasta la ciudad de Erfoud, famosa por ser la capital de los fósiles .
Llegada a Merzouga, donde podremos apreciar la paz del desierto.
Alojamiento en Albergue cerca de las dunas.

Saldremos desde el albergue con 4×4 para visitar el Oasis del pueblo de la gente negra, que llegaron en la época de las caravanas comerciantes, desde el gran Sahara y se instalaron en este pueblo llamado Khamlia. Podremos escuchar su música y hacer la vuelta de las dunas por la ruta de Rally Paris Dakar.
Hacia las cuatro de la tarde dejaremos el 4×4 y cogeremos los camellos (los 8×8), para atravesar las grandes dunas del desierto, con duración de dos horas.
Pasaremos la noche en el corazón del desierto bajo un manto de estrellas.
Después de cenar los bereberes nos tocaran la música tradicional del desierto, y dormiremos en tiendas nómadas.

Nos despertaremos antes del amanecer para contemplar la salida del sol.
Regresaremos en dromedario al albergue. Ducha y desayuno.
Visitaremos Rissani.
En Erfoud visitaremos la fábrica de mármol fosilizado, antes de continuar hacia los Palmerales de Touroug y Tinjdad.
Llegaremos a uno de los puntos fuertes del Sur: Las Gargantas del Todra.
El cauce del Río Todra ha formado un desfiladero de paredes verticales enormes proporciones y de gran belleza, es el paraíso de los escaladores y un lugar único. Almuerzo en el lugar y haremos una caminata de media hora para ver con tranquilidad las Gargantas.
Por la tarde continuaremos hacia el Valle del Dades pasando por Boumalne.
Llegada a las Gargantas del Dades. Cena y alojamiento en hotel seleccionada.

Después del desayuno saldremos por una carretera salpicada de Kasbahs, todas ellas diferentes. Tras varias paradas nos dirigiremos hacia la ruta de las Mil Kasbahs, el Valle de las Rosas, El gran palmeral de Skoura.
Llegada a Ouarzazate, visita a la kasbah de Taourirt que fuera la antigua residencia del Glaoui o pachá de Marrakech.
Almuerzo en el lugar.
Saldremos por el puerto de montaña Tizi N´Tichka con paradas para disfrutar de las espectaculares vistas que ofrece.
Llegada a Marrakech y alojamiento en Hotel o riad.

Día libre en Marrakech, ciudad famosa por su plaza Jemaa el Fna, que ocupará gran parte de nuestro tiempo. Una mezcla de aromas, sonidos y sensaciones irrepetible. La ciudad cuenta además con un sinfín de lugares por los que deambular y gozar: los Jardines de Majorelle, la Menara, las Tumbas Saadianas, paseos por la medina o por la mellah, el recorrido de las murallas y la ciudad moderna – Gueliz, con sus formas de vida occidentales.
Alojamiento en hotel o riad.

Partiremos después del desayuno hacia Essaouira, con una duración de 3 horas de viaje. Una escapada para relajarse en esta población después del ajetreo de Marrakech. Sus magníficas playas de arena y vientos fieros la han convertido en el paraíso del surf, pero Essaouira es mucho más. Playas desiertas por las que podemos pasear a caballo o en dromedario, rodeadas de árboles de argán, una medina tranquila con paredes blancas y puertas de azul intenso, paraditas de pescado fresco, gentes amables y puestas de sol increíbles.
Muchos artistas han elegido esta ciudad como fuente de inspiración y se percibe en su ambiente tradicional y a la vez bohemio.
En esta ciudad te proponemos dormir en un riad con mucho encanto dónde disfrutarás de un rincón de paz.
Alojamiento en hotel o riad.

A la hora convenida, traslado al aeropuerto de Casablanca e inicio del vuelo de regreso.

Fin de nuestros servicios.